Enfermedad de Sjögren

CONOCER LA ENFERMEDAD

La enfermedad de Sjögren es una enfermedad autoinmune y sistémica: autoinmune porque el sistema inmunitario del cuerpo, encargado de defenderle de las agresiones externas reacciona por causas desconocidas contra su propio organismo, así se producen los llamados “autoanticuerpos” y la lesión de estructuras propias, que en este caso son las glándulas exocrinas, que son las encargadas de producir líquidos como la saliva, las lágrimas, las secreciones de la laringe y de la tráquea y las secreciones vaginales, líquidos que hidratan, lubrican y suavizan las partes del organismo que están en contacto con el exterior (se las llama “mucosas”, y son los tejidos que recubren la boca, la nariz, los ojos, etc…). El daño que el propio sistema inmunológico produce en estas glándulas las incapacita para fabricar correctamente dichos líquidos, y por tanto el paciente nota como consecuencia síntomas de sequedad en las zonas antes mencionadas. Y es una enfermedad sistémica porque además de los síntomas de sequedad, la enfermedad puede afectar a cualquier órgano del cuerpo y producir una gran variedad de síntomas y afectaciones.

La prevalencia de la enfermedad (lo que sería la frecuencia en la población) es del 0.26% (es decir, tres de cada 1000 personas podría padecerla) de acuerdo al estudio MASCAT (https://easonline.caduceomultimedia.com/autoimmune-diseases), lo que la convierte en la enfermedad autoinmune sistémica más frecuente, muy alejada de la definición de “enfermedad rara”, que es una definición exclusivamente estadística o epidemiológica, y engloba por tanto enfermedades de todo tipo, aunque la gran mayoría son de origen genético y afectan especialmente a edades pediátricas. El 1 de diciembre de 1999 se aprobó el primer Plan de Acción Comunitaria sobre las Enfermedades poco comunes, que estableció la definición de enfermedad rara para todas aquellas cuya cifra de prevalencia se encontraba por debajo de la cifra de 5 casos por cada 10.000 personas en la Comunidad Europea. Los estudios en Sjögren superan esta cifra, por lo que no puede ser considerada enfermedad rara.

El término Síndrome de Sjögren secundario, utilizado desde hace años derivado de una traducción del inglés, es un término mal usado porque la palabra “secundario” parece indicar que se trata de algo que no tiene importancia o que está causado por otra enfermedad.

PERSONAS AFECTADAS

Puede aparecer en todas las edades y en ambos sexos, pero es más frecuente en mujeres, en una proporción que llega a ser de hasta 15 mujeres por cada hombre afectado por la enfermedad. Nueve de cada diez pacientes con Sjögren son mujeres. La edad promedio del diagnóstico es finales de los 40 años, aunque puede ocurrir en todos los grupos de edad, incluidos los niños, y en ambos sexos.

Aproximadamente el 20-30% de los pacientes con artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico o esclerosis sistémica pueden presentar un Sjögren asociado.

POSIBLES CAUSAS

Aunque las causas exactas por las que se inicia la enfermedad continúan sin conocerse, se cree que su origen puede ser multifactorial, es decir, que pueden estar implicados diversos factores principalmente factores constitucionales (internos) y factores ambientales (externos). Se trata tan solo de una hipótesis que se basa en plantear una combinación de factores propios y de factores externos. Así, una determinada persona tendría una determinada carga genética que la hace “susceptible”, y que en el transcurso de su vida “tropieza” con un factor ambiental capaz de despertar el desarrollo de la enfermedad. Es como el ejemplo de la llave y la cerradura, cada persona tiene su propia “llave” (o combinación de llaves) en el ambiente que “abre la puerta a su enfermedad”. Entonces se produce el ataque de nuestro propio sistema inmunológico, los glóbulos blancos que combaten normalmente las infecciones llamados linfocitos se dirigen a las glándulas que producen los líquidos del organismo, principalmente las glándulas lagrimales (lágrimas) y salivares (saliva). Aunque no sabemos exactamente cómo se produce el daño, las glándulas dañadas ya no pueden producir lágrimas y saliva, y se produce sequedad en los ojos y la boca. Cuando la piel, los senos paranasales, las vías respiratorias y los tejidos vaginales se ven afectados, la sequedad ocurre también en esos lugares.

SÍNTOMAS QUE PRODUCE

Los síntomas más comunes incluyen ojos secos, boca seca, fatiga y dolor musculoesquelético. Sin embargo, no hay dos personas que tengan exactamente el mismo conjunto de síntomas, por lo que los pacientes deben recordar compartir todos sus síntomas con su especialista para recibir un diagnóstico adecuado. De forma esquemática, los síntomas que presentan los pacientes con síndrome de Sjögren pueden clasificarse en tres grandes grupos:

a) Afectación glandular (causada por la lesión de las glándulas exocrinas).

Incluye los síntomas de sequedad de las glándulas que dejan de funcionar (boca seca, ojo seco, vagina, piel, etc.). También incluye la inflamación de las principales glándulas que fabrican la saliva (las parótidas y las submaxilares). Los síntomas de sequedad pueden variar de un paciente a otro pudiendo en algunos casos llegar a ser muy graves. Su presentación crónica, lenta y progresiva varía con el tiempo en intensidad y frecuencia, alterando la calidad de vida del enfermo, y se ven muy influidos por factores externos (estrés, psicológicos, ánimos, meteorología…). Los síntomas más frecuentes, que presentan más del 95% de pacientes con esta enfermedad, son la boca seca y el ojo seco.

La boca seca (xerostomía) está causada por la reducción en la producción de saliva, que produce sequedad de boca, dificultad para masticar, tragar y hablar, mayor facilidad para desarrollar caries e infecciones en la boca así como inflamación e irritación de encías y lengua. El ojo seco (xeroftalmia) está ocasionado por la reducción en la producción de lágrimas por las glándulas lacrimales, que produce sensación de quemazón, arenilla, dolor en los ojos y visión borrosa. Otros síntomas de sequedad (con menor frecuencia) incluyen los producidos por la sequedad nasal (dolor, sangrado, pérdida de olfato), la sequedad de piel (irritación, picor, heridas fáciles), la sequedad vaginal (dolor en las relaciones sexuales, infecciones) o la sequedad de la faringe (tos seca, irritativa).

b) Síntomas de afectación del estado general del paciente.

Los síntomas generales suelen ser los más complejos porque incluyen cansancio, dolor generalizado en todo el cuerpo, articulaciones y músculos, fiebre sin causa aparente, alteraciones del sueño o síntomas de tipo depresivo. Son síntomas muy frecuentes en la población general y que pueden tener causas muy variadas (no sólo el Sjögren), por lo que siempre deben ser evaluados junto a los otros dos grupos de afectaciones.

c) Afectación extraglandular sistémica (causada por la lesión de otros órganos).

La afectación sistémica o extraglandular es la más grave, aunque sólo afecta a una parte pequeña de los pacientes (entre el 10-15%).

Las principales manifestaciones en los principales órganos afectan a la piel: Púrpura (Vasculitis Leucocitoclástica) y Lesiones inflamatorias policíclicas, denominades eritema anular o lupus cutáneo subagudo (en pacientes con anticuerpos Ro+); Circulación: Fenómeno de Raynaud; Aparato locomotor: Artralgias/Artritis; miositis (muy raro); Serosas: pericarditis, pleuritis (muy raras); Páncreas: Pancreatitis de repetición (muy rara); Pulmón: Afectación de los bronquios; fibrosis pulmonar (muy rara); Sistema nervioso: Polineuropatía mixta, neuronopatía sensitiva; Riñón: Acidosis tubular renal (nefropatía intersticial) y glomerulonefritis (rara).

Estas manifestaciones internas, a veces, dan pocos síntomas y suelen preocupar más al propio especialista en Sjögren que al paciente, para el que los síntomas más frecuentes y molestas son la sequedad y los síntomas generales, de aquí la importancia del seguimiento y de los controles que se deben realizar.

¿QUÉ PRUEBAS HAY QUE HACER?

Las pruebas necesarias para llegar al diagnóstico del Síndrome de Sjögren se inician con una historia clínica detallada que realiza el especialista en EAS y que incluye la historia de los síntomas, cambios orales y oculares, fatiga, ansiedad, dolor en músculos y articulaciones, duración de los síntomas, medicación que el paciente esté tomando, etc, acompañada por una exploración física completa, que incluya revisión de ojos, boca, ganglios, glándulas salivares y resto de órganos. A continuación, se realizará una analítica completa con inmunología, y se evaluará la necesidad de realizar pruebas de estudio específicas de la enfermedad.

a) Estudios de inmunología

Las principales pruebas inmunológicas son los ANA (Anticuerpo Antinuclear), el FR (factor reumatoide) y como los principales marcadores para Sjögren, los anticuerpos anti-Ro (o SS-A) y anti-La (o SS-B). También es muy importante determinar las crioglobulinas y los niveles de complemento.

b) Exploraciones

Las exploraciones diagnósticas dirigidas especialmente a estudiar la función de las glándulas salivares y sus consecuencias (daño sobre las mucosas y tejidos) son:

  • Exploración oftalmológica
  • Flujo salival: Mide la cantidad de saliva producida durante un cierto período de tiempo.
  • Gammagrafía salivar. Es una prueba de medicina nuclear que estudia el funcionamiento de las glándulas salivares mayores, y que lo clasifica en cuatro grados, desde el I que es normal hasta el IV que es el de máxima afectación de las glándulas. El informe de esta prueba suele traer confusión ya que en muchas ocasiones se utiliza la expresión “grado II de Sjogren o de la clasificación de Sjogren”. Las dos maneras de informar son incorrectas, ya que la prueba mide cómo funcionan las glándulas y no clasifica la enfermedad en grados; el nombre correcto de la clasificación que se utiliza debe ser “clasificación de Schall”.
  • Biopsia de las glándulas salivares menores. Una biopsia de glándula salival (generalmente en el labio inferior) puede ser necesaria para confirmar la infiltración de células inflamatorias (linfocíticas) de las glándulas salivales menores. Debe ser realizada por expertos en la técnica, ya que su realización incorrecta puede dejar secuelas crónicas. Es una prueba que suele reservarse para los casos de diagnóstico más complicado.

¿CÓMO SE LLEGA AL DIAGNÓSTICO?

Como los diversos síntomas y manifestaciones no siempre aparecen en todos los pacientes, el SJÖGREN puede ser una enfermedad difícil de diagnosticar, ya que estas manifestaciones puedan haber sido valoradas de forma individual por especialistas distintos, en lugar de ser evaluadas en conjunto como una enfermedad.

El Sjögren puede ser difícil de diagnosticar. Ninguna prueba única confirmará el diagnóstico, y la enfermedad puede aparecer en muchas formas diferentes en diferentes pacientes. Es imprescindible ponerse en manos de un especialista en enfermedades autoinmunes sistémicas con experiencia clínica en esta enfermedad.

Si la respuesta a varias de las siguientes preguntas es afirmativa, le recomendamos que acuda a un especialista en Enfermedades autoinmunes sistémicas para su evaluación:

  • ¿Ha tenido o tiene la sensación de ojo seco en los últimos 3 meses?
  • ¿Tiene sensación de arenilla en los ojos?
  • ¿Sus ojos son muy sensibles a la luz?
  • ¿Tiene que beber agua de forma constante para poder hablar o comer?
  • ¿Tiene dificultad para tragar los alimentos?
  • ¿Ha experimentado un aumento de caries?
  • ¿Ha tenido o tiene hinchazón alrededor de la mandíbula y los oídos?
  • ¿Siente cansancio sin causa aparente?
  • ¿Ha tenido un niño con bloqueo cardíaco congénito?

No existe una única prueba diagnóstica para decir que un paciente padece un SJÖGREN. Los médicos especialistas en la enfermedad evalúan una combinación de factores que incluyen signos y síntomas, una cuidadosa historia clínica, un examen físico, unas determinadas pruebas diagnósticas y pruebas de laboratorio.

Debido a que todos los síntomas no siempre están presentes al mismo tiempo y debido a que el Sjögren puede afectar a diversos órganos, los médicos a veces tratan cada síntoma individualmente y no reconocen la presencia de una enfermedad sistémica. Los pacientes son vistos de forma individual por especialistas de un órgano en concreto (oftalmólogos, odontólogos, otorrinolaringólogos o ginecólogos) debido a los problemas de sequedad múltiples; los principales especialistas que poseen una visión integral del paciente y que pueden llegar a un diagnóstico preciso al relacionar todas las piezas del rompecabezas son internistas, reumatólogos y médicos de atención primaria. El tiempo promedio desde el inicio de los síntomas hasta el diagnóstico es de 3 a 5 años.

El médico que mejor puede diagnosticar y controlar al paciente es un especialista en Medicina Interna (o Reumatología) experto en EAS, a ser posible con una experiencia contrastada en el manejo clínico del paciente con SJÖGREN. Es igualmente importante la implicación del médico de atención primaria como “puente” con el especialista hospitalario. El resto de especialistas deben intervenir tanto en el diagnóstico como en el seguimiento y tratamiento del órgano específico afectado por la enfermedad.

La combinación e integración de todas las pruebas la realiza el especialista en EAS, aplicando los criterios internacionales aceptados (actualmente son los criterios ACR/EULAR 2016). En ocasiones puede haber personas que no cumplan estos criterios y que en cambio el especialista considere que si padecen la enfermedad; se aconseja que este diagnóstico en contra de los criterios establecidos lo realicen expertos en la enfermedad con una larga experiencia y reconocimiento internacional. Los criterios de clasificación están creados por especialistas de todo el mundo para hacer estudios de investigación en EAS. Habitualmente el paciente tiene que cumplir varios criterios para poder ser clasificado como que padece una EAS, pero su aplicación tiene problemas pues las clasificaciones van cambiando con los años. Los pacientes además, evolucionan, y puede que no se cumplan los criterios porque hemos diagnosticado muy al inicio con otro tipo de sintomatología que no tiene nada que ver con la que presentará después. Por tanto, el seguimiento de forma continuada es muy importante, porque la enfermedad o los síntomas pueden cambiar, e incluso aparecer otras enfermedades. Otro problema frecuente es la variabilidad en el resultado de las pruebas inmunológicas. Pueden salir positivos o negativos dependiendo del laboratorio en que se realicen y de la técnica empleada, por lo que es importante que el médico conozca esta variabilidad, que muchas veces puede modificar la actitud diagnóstica que se tiene con el paciente. Hay que vigilar mucho este tipo de problemas y ser conscientes de su existencia, porque el paciente no entiende de esto.

¿CÓMO SE TRATA?

Actualmente, no hay cura para el Sjögren. Sin embargo, los tratamientos pueden mejorar varios síntomas y prevenir complicaciones graves, tanto respecto a los síntomas de sequedad como para las afectaciones de órganos internos. En medicina, es difícil abordar la cura de una enfermedad de la cual se desconocen las causas. Es lo ocurre con el Sjögren, en cuya etiopatogenia probablemente intervengan multitud de factores tanto internos (genética) como externos (infecciones, tóxicos…). Este escenario imposibilita a día de hoy la cura de la enfermedad, siendo el principal objetivo en los casos graves el “adormecimiento” del sistema inmune del paciente con el fin de minimizar en lo posible el ataque contra uno mismo.

A pesar de los extensos trabajos que se han efectuado y de las investigaciones presentes, todavía no se ha encontrado un tratamiento curativo para el SÍNDROME DE SJÖGREN, para el que las medidas paliativas son el eje central del tratamiento. Existen múltiples sustitutivos de la saliva y lágrimas artificiales que pueden ayudar a disminuir y aliviar los síntomas de sequedad oral y ocular. Este tipo de tratamiento local con medidas paliativas está enfocado específicamente para la sintomatología seca (ojo seco y boca seca). Son de gran ayuda los geles y colutorios para la boca seca y las lágrimas artificiales sin conservantes, en monodosis, bajo la supervisión del oftalmólogo El tratamiento farmacológico va dirigido a los casos más graves de sequedad. Se puede utilizar pilocarpina en comprimidos para los casos más graves de sequedad de boca, y gotas oculares de ciclosporina para los casos más graves de sequedad ocular; siempre deben estar prescritos por su equipo médico habitual con experiencia clínica suficiente en la enfermedad:

  • Está contraindicada en pacientes con enfermedad cardiorrenal clínicamente significativa y no controlada, asma no controlado y otras enfermedades crónicas que empeoren con agonistas colinérgicos.
  • Precaución en pacientes que se conoce o se espera que suden excesivamente, y que no puedan beber suficientes líquidos, ya que puede producirse deshidratación.
  • Deberá administrarse con precaución en pacientes que padezcan colelitiasis o enfermedad del tracto biliar, úlcera péptica, trastornos cognoscitivos o psiquiátricos, insuficiencia renal, nefrolitiasis, glaucoma de ángulo estrecho.
  • La mayoría de los efectos adversos observados durante el tratamiento con pilocarpina fueron consecuencia de una estimulación parasimpática aumentada. Estos efectos adversos fueron dosis-dependientes y por lo general leves y autolimitados. No obstante, pueden producirse ocasionalmente efectos adversos graves y por lo tanto se recomienda un seguimiento cuidadoso del paciente. Los clasificados como muy frecuentes o frecuentes son: cefalea, mareos, lagrimeo; visión borrosa; visión anormal; conjuntivitis; dolor ocular, rubor (vasodilatación); hipertensión; palpitaciones, rinitis, dispepsia; diarrea; dolor abdominal; náuseas, vómitos; estreñimiento, sudoración, reacciones alérgicas, erupción, prurito, aumento de la frecuencia urinaria.

El tratamiento de la afectación sistémica puede incluir: antiinflamatorios y antipalúdicos para tratar los síntomas articulares, musculares y de afectación general; para los casos más graves de afectaciones de órganos, se pueden utilizar corticoides, fármacos inmunodepresores o terapias biológicas para aquellos casos que pongan en peligro la vida del paciente y que no respondan a los tratamientos habituales. Todos estos fármacos deben estar prescritos y controlados por el médico que coordine su enfermedad. Desde hace más de 50 años, los corticoides han sido el pilar terapéutico en las EAS, a los que se sumaron después los fármacos inmunodepresores. A lo largo de la última década se han incorporado los fármacos biológicos, lo que ha permitido un mejor manejo de los pacientes, con mayor efectividad y con menos efectos secundarios. Por todo ello, un objetivo fundamental del GEAS es promover un cambio en las pautas que desde hace años se han venido aplicando por otras que reducen la morbilidad. Los mejores ejemplos son las recomendaciones a usar cada vez menores dosis de corticoides y durante el menor tiempo posible, y la protocolización y el buen uso de las nuevas terapias biológicas, que son fármacos dirigidos contra dianas moleculares específicas y están basadas en la administración exógena de diversos tipos de moléculas sintéticas, relacionadas con la respuesta inmunitaria (anticuerpos, receptores solubles, citocinas, antagonistas de citocinas, etc…). Todavía queda mucho camino por andar, empezando por definir la ubicación correcta de estas terapias en la estrategia terapéutica de estas enfermedades y sus indicaciones concretas.

El tratamiento debe realizarlo un equipo médico multidisciplinar coordinado por un internista (o reumatólogo), en el que estén presentes el resto de las especialidades implicadas respecto a la afectación de sequedad (oftalmólogos, odontólogos, otorrinolaringólogos y ginecólogos) y las posibles afectaciones de órganos internos (neumólogo, dermatólogo, nefrólogo, neurólogo, hematólogo…). Es igualmente importante la implicación del médico de atención primaria en el proceso asistencial, especialmente en los pacientes sin afectación sistémica o interna, y que los pacientes sean educados en el conocimiento de su enfermedad para poder participar en el manejo de su propio tratamiento.

El control de los síntomas por el especialista, cada 6 meses como mínimo, ayudará a prevenir o limitar los daños orgánicos y la mejora de la calidad de vida del paciente. En el caso de que la enfermedad siga una evolución favorable, estos controles pueden espaciarse hasta en un año.

El tratamiento, que varía de paciente a paciente, también va a depender de los síntomas que en un momento dado presente el paciente. Si la afectación es grave, puede ser necesario un seguimiento más continuado e incluso puede ser necesario el ingreso hospitalario.

EVOLUCIÓN Y COMPLICACIONES

El SJÖGREN es una enfermedad crónica de progresión muy lenta en el tiempo, por esta causa, puede haber un período de hasta 10 años entre el comienzo de los síntomas y el diagnóstico de la enfermedad. Como estos síntomas suelen aparecer en la edad media en la mujer, pueden ser vistos como parte del envejecimiento normal o de los síntomas de la menopausia (p.e. sequedad vaginal) retrasando aún más el diagnóstico. El aspecto más grave del SJÖGREN es el mayor riesgo para desarrollar cáncer hematológico (linfoma), que se ha calculado que podría ser de 10 a 30 veces mayor que en el resto de la población general.

Las principales complicaciones crónicas de la enfermedad derivan de la existencia durante largos periodos de problemas de hidratación de las principales mucosas, apareciendo una gran cantidad de síntomas que se transforman en crónicos, como el picor de ojos, la boca seca, la tos seca, o el cansancio y el dolor crónicos.

Dentro de la parte sistémica, si no existe una detección y tratamiento tempranos de algunas afectaciones, el paciente puede llegar a desarrollar un fallo crónico de algunos órganos importantes, como pueden ser los riñones (insuficiencia renal crónica) o los pulmones (fibrosis pulmonar). El linfoma es la complicación más grave de la enfermedad, y los principales especialistas conocen aquellos factores que pueden ayudar al diagnóstico precoz del linfoma.

Uno de los principales avances en la actualidad es la existencia por primera vez de índices internacionales que miden la actividad de la enfermedad (denominados ESSDAI y ESSPRI) especialmente de las complicaciones agudas en los principales órganos afectados, y que analizan y definen con detalle todas las manifestaciones que puede presentar el paciente con síndrome de Sjögren, más allá de la sequedad (las llamadas manifestaciones sistémicas o extraglandulares). Con este proyecto se pretende que las manifestaciones sistémicas sean evaluadas y diagnosticadas de la misma manera a nivel internacional, que por tanto, contribuya a un diagnóstico más certero y preciso y, por ende, a un tratamiento más adecuado y un mejor pronóstico. Es altamente recomendable que el especialista que controla la enfermedad utilice el índice ESSDAI para clasificar el riesgo de complicaciones de la enfermedad (a mayor puntuación, mayor riesgo).

En líneas generales la fertilidad y el nacimiento de niños no suelen estar afectados por la presencia del  SJÖGREN, con una excepción importante: el paso de anticuerpos de la madre (anti-Ro) a través de la placenta, que pueden producir problemas cardíacos en el feto o lesiones en la piel del niño al nacer. En el caso de embarazo son muy importantes los controles por un equipo multidisciplinar de especialistas (el especialista en enfermedades autoinmunes, el ginecólogo/ obstetra y el cardiólogo o dermatólogo) con experiencia en evaluar pacientes autoinmunes.

El Sjögren puede ser grave, pero casi nunca es fatal por sí mismo si las complicaciones se diagnostican y se tratan temprano por un especialista en la enfermedad. Los pacientes con síndrome de Sjögren deben ser seguidos cuidadosamente para vigilar el desarrollo de afectación en órganos internos, enfermedades autoinmunes relacionadas y otras complicaciones graves. Son situaciones clínicas que requieren de expertos en EAS ya que muchas veces es difícil de identificar si existe una o varias EAS porque hay manifestaciones clínicas idénticas en algunas de estas enfermedades. En particular, los pacientes deben ser conscientes de que la incidencia de linfomas (cáncer de los ganglios linfáticos) es significativamente mayor en personas con Sjögren en comparación con la población general.

El impacto que tiene en la calidad de vida del paciente cobra gran importancia por la cantidad de funciones que pueden verse afectadas, principalmente por la sequedad, la fatiga y la afectación de órganos vitales. El SJÖGREN afecta en el día a día a los enfermos, en el plano físico, laboral, psicológico, económico y en su relación con la familia y los amigos. No obstante y a diferencia de otras enfermedades autoinmunes sistémicas, no suele estar asociado a un rápido deterioro de los síntomas o a cambios dramáticos en su desarrollo a lo largo de los años.

ESTILO DE VIDA RECOMENDADO

Cada vez es más importante la influencia del estilo de vida del paciente sobre la enfermedad autoinmune. Debido a que lo más característico en el SJÖGREN son los síntomas secos es importante que los pacientes eviten tratamientos que pueden empeorar los síntomas por disminuir el funcionamiento de las glándulas salivares. Los fármacos que pueden acentuar estos síntomas incluyen: los diuréticos, los antihipertensivos (que controlan la tensión arterial alta), los antidepresivos y los antihistamínicos, entre otros. No obstante, la necesidad de utilizar alguno de estos fármacos según el paciente puede superar los posibles efectos adversos que pueda producir, como es el caso de su utilización para tratar los frecuentes trastornos del sueño que presentan los pacientes con la enfermedad.

La introducción de simples cambios en el estilo de vida puede ayudar a mejorar los síntomas de sequedad y hacer más cómoda la realización de las actividades diarias:

a) Ambiente

  • Evitar los ambientes secos y con excesiva polución, el aire acondicionado, los ventiladores, la calefacción por aire, lugares con viento y polvo, el humo del tabaco, etc.
  • Algunos fármacos pueden agravar los síntomas de sequedad. Consulte con su médico sobre cuáles son los más adecuados para usted.
  • Son recomendables el uso de humidificadores con control de humedad por las noches.
  • Durante el día llevar gafas oscuras o tintadas, si es posible, con paneles laterales para proteger los ojos del viento, el sol y minimizar la pérdida lagrimal.
  • NO FUMAR o estar en zonas donde haya gente fumando, el humo puede agravar los síntomas de sequedad.

b) Higiene

  • Después de cada comida, cepillarse los dientes cuidadosamente con un cepillo suave.
  • Utilizar hilo dental (con cuidado) por lo menos una vez al día.
  • Utilizar hidratantes naturales en los labios para mantenerlos húmedos y evitar las grietas.
  • Evitar los baños y las duchas demasiado calientes, frecuentes o de larga duración.
  • Para la higiene personal, utilizar jabón neutro no detergente, seguido de aceites e hidratantes naturales, aplicados cuando la piel aún se encuentra húmeda.

c) Descanso

Los pacientes con síndrome de Sjögren no suelen tener un sueño reparador (ni en cantidad ni en calidad), por lo que es recomendable siempre que sea posible aumentar el número de horas de sueño mas allá de las 7-8 horas recomendadas para la población general. Como consejos generales, asegurar que la habitación sea cómoda, segura, oscura y silenciosa. Para mantener una buena “higiene del sueño”, levantarse de la cama a la misma hora todas las mañanas y acostarse con las luces apagadas a la misma hora todas las noches, evitando todo tipo de pantallas. Evitar el alcohol y la cafeína después de las 4:00 p.m, y cenar verdura/fruta en pocas cantidades.

El reposo o el descanso diario ocular de unos minutos al día de forma repetitiva es beneficioso para sus ojos.

d) Dieta

Su médico le dirá si necesita una dieta especial. No obstante, la principal recomendación es la de seguir una dieta mediterránea.

La sequedad puede afectar lo que el paciente come de muchas maneras. Ciertos alimentos pueden irritar la boca mientras que otros alimentos pueden necesitar mucho líquido para hacerlos bajar. Se aconseja:

  • Humedecer los alimentos con aderezos bajos en calorías
  • Usar una pajita si le ayuda a tragar. Beba mientras come.
  • Pruebe alimentos suaves, cremosos y suaves
  • Beba líquidos fríos.

Evitar las comidas muy calientes y condimentadas, porque pueden agravar la sensación de quemazón en la boca. Las comidas a temperatura ambiente son más fáciles de digerir.

EVITE comidas saladas, ácidas o picantes, o bebidas carbonatadas que prolongan el dolor.

  • EVITE alimentos crujientes y duros como carnes duras o crujientes, bocadillos secos, pan crujiente, palomitas de maíz o nueces, ya que pueden ser irritantes.
  • Evitar los alimentos secos, pegajosos y azucarados.
  • Evitar el consumo de alcohol (incluido los elixires bucales con base de alcohol), porque puede agravar los síntomas y la sequedad bucal.
  • No son recomendables las bebidas que contengan cafeína.

e) Ejercicio físico

Toda persona puede beneficiarse de alguna forma de ejercicio; incluso simples ejercicios de poco rango de movimiento ayudarán. Los videos en Internet son fáciles de encontrar. Muchos pacientes encuentran gran ayuda con aeróbicos acuáticos adecuados para sus articulaciones dañadas (artrosis). El Tai Chi y el yoga son actividades más suaves y pueden contribuir a reducir el estrés.

Cuánto más ejercicio mejor se sentirá, tanto mental como físicamente. Asegúrese de hablar con su médico o consulte a un especialista en ejercicios para averiguar qué es lo mejor para usted. No olvidar la importancia de una buena nutrición para la salud y el bienestar en general.

CONSEJOS PRÁCTICOS

a) Cuidado de la mucosa oral

La boca seca es un síntoma principal del síndrome de Sjögren. Vivir con la boca seca puede ser un desafío, los siguientes consejos sugeridos por pacientes pueden ayudar:

  • una buena higiene oral regular es imprescindible
  • pedirle a tu dentista que sea su compañero para prevenir problemas orales.
  • Utilizar dentífricos con flúor
  • masticar chicle sin azúcar o utilizar caramelos sin azúcar para estimular la fabricación de saliva.
  • beber agua durante el día como hidratación, pero sin exceso, alternando los enjuagues y el tragar pequeñas cantidades (si las cantidades son muy grandes el exceso de agua en la boca puede “arrastrar” la poca saliva propia que se está produciendo y se perderán los beneficios de esa saliva).
  • Probar con humectantes bucales, geles, aerosoles y enjuagues bucales especializados para pacientes con sequedad bucal, disponibles en una gran variedad en las farmacias. Los pacientes experimentados animan a probar estos productos porque todos tienen diferentes beneficios. Habitualmente se sigue la técnica de la “prueba y error” (se van probando distintas opciones hasta que cada paciente encuentra la que más beneficios le aporta).
  • Alertar al personal sanitario que su boca seca requiere cuidados adicionales.
  • revisar su lista de medicamentos con sus médicos para ver si alguno de ellos está causando efectos secundarios en la boca y considerar otras opciones para ayudar con la función salival.
  • un humidificador en casa puede ayudar

b) Cuidado de la mucosa nasal y auricular

La sequedad nasal varía de persona a persona. El aerosol salino generalmente se considera seguro y proporciona un gran alivio, aunque de corta duración. También hay geles nasales salinos que pueden ayudar a resolver las úlceras nasales que puede provocar la sequedad, y el lavado nasal puede brindar alivio más duradero, al menos una vez al día, orientado inicialmente por el especialista ORL. De todos los problemas con la sequedad, los oídos con comezón pueden ser fáciles de tratar. Una gota de removedor de cerumen o aceite mineral puede resolver el problema durante varios días. No obstante, siempre consultar con su médico si el problema persiste para ver si existe otro problema, como una infección además de Sjögren.

c) Cuidado de la piel

No es sorprendente que también los pacientes tengan una piel muy seca. El dermatólogo puede ser su mejor aliado y es posible que pueda darle muestras de productos para probar. Estos son algunos consejos básicos de supervivencia que pueden ayudar:

  • Usar guantes cuando use jabones fuertes o productos químicos para limpiar. Una forma de acostumbrarse es mantener un par de guantes en cara área (cocina, baño, garaje)
  • Usar agua tibia, no caliente, para bañarse
  • Usar jabón con moderación
  • Aplique al acabar el baño loción lo más pronto posible para sellar la humedad; hidratar inmediatamente mientras la piel todavía está húmeda. Puede usar vaselina o aceite de baño
  • Al salir de la ducha, déjense secar naturalmente, ya que la piel absorberá la humedad del agua.
  • Usar protector solar cuando vaya a estar al aire libre.
  • deben evitar los suavizantes de telas en la lavadora y secadora.
  • Después de nadar, asegúrese de ducharse e inmediatamente usar una crema hidratante para reducir los síntomas de la piel seca.

d) Cuidados vaginales

La sequedad vaginal puede ser causada por Sjögren, así como por otras afecciones, como la menopausia. No importa cuál sea la causa, si lo está experimentando, hable con su ginecólogo. A menudo, todo lo que necesita es un lubricante vaginal. Las hormonas son un tema controvertido y es una elección personal. Deberá sopesar los pros y los contras con su ginecólogo.

La sequedad vaginal a menudo conduce a relaciones sexuales dolorosas (dispareunia). Un examen ginecológico es útil para descartar otras causas de coito doloroso y otras causas de sequedad vaginal. Los lubricantes estériles son útiles. Para aquellas pacientes que no les gustan los lubricantes de tipo gel, hay insertos vaginales. Encontrar la preparación adecuada es una cuestión de prueba y error, ya que la satisfacción con cada lubricante es una cuestión de preferencia personal. El uso externo de preparados que contienen vaselina o aceites que “sellan” la humedad, como la vaselina o la manteca de cacao, puede provocar la maceración del revestimiento vaginal y deben evitarse.

La sequedad vaginal en mujeres perimenopáusicas o posmenopáusicas a menudo se relaciona con la atrofia vaginal debido a la disminución de los niveles de estrógeno y, por lo tanto, responde a las cremas de estrógenos vaginales. Las cremas de cortisona no son beneficiosas en esta situación. Si se produce una infección vaginal por hongos, el tratamiento debe ser inmediato. En la superficie externa de la vulva, la sequedad puede tratarse con cremas lubricantes como lo haría con otras superficies de la piel.

e) Embarazo de la mujer con Sjögren

Muchas mujeres con síndrome de Sjögren están interesadas en los riesgos del embarazo y los riesgos para el bebé. Los anticuerpos anti-Ro maternos pueden causar lesiones que aparecen poco después del parto (el llamado lupus neonatal) y la aparición de un bloqueo cardíaco congénito durante el embarazo (a partir de la semana 18) en un 2-3% de las madres portadoras de estos anticuerpos. El bloqueo cardíaco congénito es una anomalía de la frecuencia o el ritmo del corazón fetal.

f) Recomendaciones ante una cirugía

El síndrome de Sjögren es una enfermedad en la que no se aplica ningún tratamiento de cirugía, aunque es bueno recordar algunos consejos para el paciente con Sjögren que se someta a una intervención quirúrgica:

  • Antes de la cirugía, recuérdeles a todos sus médicos y enfermeras que tiene el síndrome de Sjögren, y comparta esta hoja de información con ellos.
  • Lleve con usted un suministro adecuado de sus lágrimas favoritas, saliva artificial y otros tratamientos al hospital o centro quirúrgico el día de su operación en caso de que no se le puedan proporcionar.
  • Suspender antiinflamatorios al menos 72 horas antes de la cirugía (a menos que su médico le indique lo contrario).
  • Los problemas postoperatorios más comunes en los pacientes con síndrome de Sjögren incluyen abrasiones corneales, dolor de garganta, disfagia y brotes de síntomas de sicca.
  • Los pacientes en tratamiento con corticoides deben recibir dosis algo más altas por el estrés perioperatorio y hasta que estén clínicamente estables; recomendar al equipo médico al cargo de la cirugía la posibilidad de consultar con su especialista en enfermedades autoinmunes.
  • El día de la cirugía, se debe instruir a los pacientes para que continúen con su rutina habitual de cuidado bucal y oral y medicación. Las gotas para los ojos deben solicitarse antes y después de la cirugía según la rutina del paciente. Durante la cirugía, los ojos deben lubricarse cada 30 minutos.
  • Tras finalizar el acto quirúrgico, el cuidado de los ojos debe reanudarse según la rutina del paciente. A los pacientes se les debe permitir trozos de hielo, líquidos o salivas artificiales tan pronto como sea posible.

g) Recomendaciones ante un viaje

Los síntomas de Sjögren pueden verse agravados por la luz solar; son especialmente sensibles los pacientes que tienen anticuerpos anti-Ro positivos. Para reducir las reacciones al sol, use gafas y gafas de sol con protección UV y busque la sombra cuando esté en lugares y horarios muy soleados. Proteja su piel y ojos a través del uso de bloqueador solar, lentes de sol, ropa protectora contra la luz ultravioleta, sombreros y luces no fluorescentes. Considere la posibilidad de comprar películas protectoras contra rayos ultravioleta para automóviles y ventanas domésticas transparentes o teñidas para protegerse de la radiación ultravioleta. Busque las palabras “amplio espectro” en la protección de protección solar. Esto significa que estará protegido contra las radiaciones UVA y UVB. Recuerde que el agua, la humedad y la sudoración disminuyen la efectividad de la protección solar y significa que debe volver a aplicar su protector solar.

h) Apoyo social y emocional

Las asociaciones de pacientes y los grupos de apoyo, dirigidos por pacientes voluntarios, brindan a los pacientes y a sus familiares la oportunidad de compartir sus consejos y recomendaciones para convivir más cómodamente con la enfermedad. Se puede aprender mucho en una reunión del grupo de apoyo, ya sea para compartir opiniones paciente a paciente o para escuchar una presentación informativa de un profesional de la salud u otro experto. Le recomendamos que, si padece los síntomas de Sjögren o que le diagnosticaron Sjögren, asista a dichas reuniones. Las reuniones periódicas de los grupos de apoyo a los pacientes son una fuente potencial de información útil y apoyo emocional. Sin embargo, también pueden ser una fuente de desinformación. Por lo tanto, acérquese a los grupos de apoyo para pacientes con una mente abierta, valorando lo bueno y lo no tan bueno como si estuviera valorando realizar una compra importante. Ya sea que pertenezca o no a un grupo de apoyo, es importante rodearse de personas que creen en el comportamiento de “bienestar” en lugar de personas que se quejan de manera crónica.

AUTORÍA

  • Pilar Brito-Zerón (Consulta de Enfermedades Autoinmunes, Servicio de Medicina Interna, Research and Innovation Group in Autoimmune Diseases, Hospital CIMA- Millenium Balmes, Sanitas Hospital Digital, Barcelona)
  • Miriam Akasbi (UEAS Servicio de Medicina Interna, Hospital Infanta Leonor, Madrid)
  • Manuel Ramos-Casals (Servicio de Enfermedades Autoinmunes, ICMiD, Hospital Clínic, Barcelona)
  • Línea de Investigación en Sjögren, GEAS, Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI)