Un médico en el que se tenga confianza y esté acostumbrado a ver pacientes con EAS proporciona una garantía y cierta seguridad, aunque no toda, sobre todo médicos con visión integral y sistémica. Controlar la enfermedad y orientar al paciente debe hacerlo un especialista con una visión sistémica, capaz de evaluar todo lo que le pasa al paciente en conjunto. Muchas veces dirá que desconoce el porqué pasan las cosas, pero al menos intentará buscar soluciones. Lo importante es que cuantos más casos de EAS se hayan atendido, mucho mejor.
El internista y el reumatólogo son los médicos especialistas que por su forma natural de ver al paciente como un conjunto (no sólo como un órgano aislado), estarían más capacitados para atender a un paciente con EAS.